Un collage de basura marina; un bello registro de la devastación

10/05/2015 - 12:04 am
Todo tipo de desechos plásticos fueron recopilados para dar forma a esta serie fotográfica. Foto: Mandy Barker
Todo tipo de desechos plásticos fueron recopilados para dar forma a esta serie fotográfica. Foto: Mandy Barker

Ciudad de México, 10 de mayo (SinEmbargo).- La cantidad de plástico que se utiliza en el mundo entero es tal que alrededor de 8.8 millones de toneladas terminan en el océano océano cada año, de acuerdo con un análisis reciente de la eliminación de residuos realizado en 192 naciones costeras, el estudio más completo de su clase.

De todas las naciones responsables de esta situación China es el principal contribuyente, con un estimado de 2.4 millones de toneladas al año, seguido por Indonesia con casi 900 mil toneladas. Por su parte, América no se queda atrás y tan sólo Estados Unidos se encarga de colocar 80 mil toneladas de plástico en el mar, situándose así en el lugar 20 de esta lista.

Si esta tendencia continua los investigadores predicen que esta cantidad se duplicará para el año 2025, con un ritmo diario de aproximadamente 50 mil toneladas. Actualmente los desechos plásticos giran en remolinos gigantes en medio de los océanos, concentrándose en “manchas de basura”. Aunque las concentraciones son demasiado bajas para asemejarse a los montones de basura que pueden acumularse en tierra firme, la mayor parte del plástico se degrada en pequeñas partículas y representa un gran problema para la fauna marina que las ingiere.

Por otra parte, estas partículas plásticas también pueden sumergirse, dando pie a escenarios como el que pudieron corroborar investigadores a varios kilómetros de la línea costera de Kamchatka, en donde exploraron el suelo marino, encontrando un promedio de 185 pequeñas piezas de basura de este material por pie cuadrado (0.093 metros cuadrados).

Luego de eventos como tifones, las playas de las costas asiáticas se ven cubiertas con diminutos trozos de plástico. Foto: Mandy barker
Luego de eventos como tifones, las playas de las costas asiáticas se ven cubiertas con diminutos trozos de plástico. Foto: Mandy barker

El desastre es en gran parte invisible pero para un lugar con costas lo es más. En el caso de Hong Kong, con mil 826 toneladas de plástico añadidos diariamente a los vertederos de la ciudad puede ser mucho más aterrador.

Valiéndose de este ritmo frenético, Mandy Barker fotografió el plástico de las playas de Hong Kong, realizando SOUP, una fantasmagórica serie que refleja dota de cierta belleza las huellas devastadoras del ser humano. “Quería crear la sensación de que no hay límites”, dice la artista británica, “porque el plástico simplemente sigue y sigue”.

Barker comenzó a trabajar en el proyecto después de leer sobre la “mancha de basura del Pacífico” en internet y empezó a darse cuenta de toda la basura que va a parar a lo largo de las playas. “Parecía que había más restos, en especial de plástico, que los que había objetos naturales”, dice Barker. “Quería saber por qué”, agrega. El resultado es SOUP.

“SOUP [sopa] es una descripción que se le da a los desechos de plástico suspendidos en el mar y con especial referencia a la acumulación de masas que existe en un área del Océano Pacífico Norte conocida como “la mancha de basura”.

Las imágenes, por su parte, documentan los desechos plásticos que han sido rescatado del mar, transformando estos restos marinos arte. “La serie de imágenes tiene como objetivo colaborar con, y estimular, una respuesta emocional en el espectador mediante la combinación de una contradicción entre la atracción estética inicial y la conciencia social”, dice la fotógrafa.

Desde entonces Barker ha recibido trozos de plástico y basura de otras playas en todo el mundo. El resultado es una especie de collage de los residuos que ponemos en los océanos. Las fotos en sí son hermosas, los pedazos de plástico son ingeniosamente dispuestos y fotografiados con un fondo negro.

Cierto, la composición lleva consigo una gran carga de artificialidad, pero también remite a imágenes tomadas por submarinos, con una gama de colores poco naturales y formas extrañas. Al mismo tiempo, no deja de ser una representación cruel de las estadísticas inquietantes de los plásticos que se encuentran dispersos en todos los mares y cuya presencia no tiene límites.

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